Línea de vuelo de la Escuela de Aviación, c.1917
por Sergio Pulgar
El 08 de Enero de
1913, el Gobierno presenta formalmente al Congreso un mensaje, mediante el cual
solicitaban la autorización para la creación del Servicio de Aviación del
Ejército y la formación de una Escuela de Aeronáutica para entrenar a los
futuros Pilotos militares.
Recientemente
nombrado el Ministro Jorge Matte Gormáz, convencido de esta nueva arma,
suscribe el Proyecto de Ley que autorizaba al presidente de la república, Ramón
Barros Luco, a invertir «hasta 700.000 pesos oro, de 18 peniques, en la
organización de los servicios aéreos y fundación de la Escuela de Aeronáutica
Militar», era el 07 de Febrero.
Así el proyecto
de crear una aeronáutica militar en Chile tomaba forma con la promulgación del
Decreto Supremo G.1 N° 187, fechado el 11 de Febrero de 1913.
Los visionarios
Arístides Pinto Concha y Pedro Pablo Dartnell, con el apoyo del Gobierno de
Barros Luco, concretaban una de las ideas más notables de la historia chilena,
incorporando al país en una nueva era tecnológica.
Resulta más que
interesante revisar la letra y espíritu de la creación de la Escuela,
establecida en su Artículo 1°:
«Organízase
una Escuela de Aeronáutica Militar, que tendrá por objeto adiestrar oficiales y
suboficiales como Pilotos Aviadores, Pilotos Mecánicos o Pilotos Aerostáticos,
para el servicio del Ejército»
En respuesta a
esta oportunidad, antes del 20 de febrero se recibían decenas de solicitudes
tanto de Oficiales, como Suboficiales, para convertirse en Alumnos de la
Escuela de Aviación.
El primer Director formal fue el Teniente
Coronel Carlos Hinojosa, sin perjuicio de su cargo de Comandante del Regimiento
Ferrocarrileros; por entonces en Alemania.
Hinojosa nunca
asumió su puesto, ya que el destinado era el Capitán Manuel Ávalos Prado, quien
lo reemplazó como Director Interino, debido a que de acuerdo a la Ordenanza, no
contaba con el grado jerárquico para ejercer el mando en propiedad.
Ávalos comenzó la
aplicación de los conocimientos adquiridos en Europa y basado en los 10
Artículos del Decreto 187.(2)
Para el armado de
los primeros aviones, se autorizó la utilización de galpones pertenecientes al
Regimiento Ferrocarrileros, en tanto que las operaciones de vuelo se iniciaron
en la chacra Lo Espejo, la cual pronto demostró ser estrecha, en tanto que
debía ser acondicionada como un auténtico aeródromo.
Al efecto se
hacía necesario limpiar el área de operaciones y dotar de mayor espacio para
generar condiciones de seguridad ante las fases más críticas del vuelo, el
despegue y aterrizaje.
La zona estaba
cubierta por muchos árboles, que obviamente le daban el apelativo de «El
Bosque», nombre que posteriormente sería usado y como se conoce el día de hoy a
la Base Aérea.
Estas precarias
condiciones no serían, aunque levemente, subsanadas hasta la llegada de los
aviones ingleses en 1918. (*)
(*) Para una mejor apreciación del
desarrollo de la Base Aérea El Bosque, se sugiere la lectura de la «CÓNDORES
DE ALMA DE ACERO», Historia de la Escuela de Especialidades, del Suboficial
Juan Pérez, editada en 1999, bajo la Dirección del entonces Coronel (A) Juan
José Soto Palominos, Oficial a quien se deben reconocer muchos Proyectos
Históricos realizados.
Volumen "0" de "CONDORES DE 80 AÑOS " del Autor, extracto
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