sábado, 25 de mayo de 2019

F-35A LIGHTNING II


Como una buena propuesta para los usuarios del F-16, se nos presenta el F-35 LIGHTNING II, sumando la capacidad de invisibilidad a los radares, mayor velocidad y la posibilidad inigualable para servir de vector electrónico de reconocimiento, almacenamiento y distribución de información a sus aliados. Las cargas ofensivas, sumado a un cañón incorporado al fuselaje, son las de uso en los F-16, cuya configuración lo convierte en un caza multipropósito.

F-35A, USAF 14 5107, FIDAE 2018

El costo unitario de un F-35A es de USD $ 90 millones (un F-16 USD $ 60 millones), cifra que, según la Lockheed Martin aspiran a rebajar y se ofrece un porcentaje de descuento por cada diez unidades. Recordemos que el financiamiento del Proyecto, iniciado en 2001 y cuyo primer vuelo se efectuó el 15 de Diciembre de 2006, contó con el aporte de varios países, por lo que cualquiera que aspire a comprar el caza de quinta generación, deberá atenerse a un precio diferente y probablemente más alto que el anunciado por la Lockheed Martin.

F-35A, USAF 14 5107, FIDAE 2018

La carrera del F-35 no ha sido fácil, con varios accidentes a su haber y el último atribuible a unas cañerías defectuosas, lo cual dejó a toda la flota en tierra.
De todas formas, hay una nómina bastante respetable de usuarios, entre los que se incluye Israel, que ya lo aplicó operativamente, con buenos resultados y sin inconvenientes, contra fuerzas iraníes en Siria. Específicamente los israelíes intervinieron en la construcción de su modelo, logrando además ser la única Fuerza Aérea en contar con la autorización para efectuar mantenimiento mayor a su flotilla de “ADIR”.


El LIGHTNING II ha sido producido en tres versiones, el F-35A CTOL (Conventional Take Off and Landing) que ya supera el centenar de aviones; el F-35B STOVL (Short Take Off and Vertical Landing) con 25 unidades y el F-35C CV (Carrier Variant) para operar en portaaviones con solo 14 unidades. Las versiones B y C superan los USD $ 100 millones.


Las ofertas hechas para el F-35A, son por diez aviones y están dirigidas a países eventualmente aliados de los Estados Unidos. En esa misma línea, Lockheed Martin estima que en este año el costo por unidad debería estar en USD $ 85 millones, con el objetivo de hacerlo “atractivo” para Fuerzas Aéreas de bajo presupuesto y que requieran renovar sus flotas de cazas. Chile es uno de los considerados en esta propuesta y no cabe duda que es interesante, considerando que los TIGRE III ya están entrando definitivamente en fase terminal y la otra opción es hacerse de al menos una docena de F-16A/B adicionales de segunda mano y que requerirían hacer una actualización. De todas formas, la actualización y estandarización de la flota F-16 chilena está considerada, estimándose que estaría concluida en 2032.

No cabe preguntarse si será necesario, sino cuándo deba hacerse, esto es comprar aviones de quinta generación nuevos o aumentar la existencia de F-16, lo cual nos remite a una cuestión de presupuestos.

En desarrollo



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