Aunque la Agencia Europea de Seguridad Aerospacial sugirió el cese de las operaciones de los 787 que vuelan en las compañías del viejo continente, LOT de Polonia (único país de ese continente en usarlo) continuó con sus itinerarios.
ETIHAD de los Emiratos Árabes, QATAR AIRWAYS y ETHIOPIAN, al día del anuncio de la FAA, continuaban igualmente cumpliendo servicios con sus 787.
Si bien los mercados bursátiles intentan revertir las pérdidas ocasionadas por el anuncio y difusión de los incidentes, mediante la difusión de informes sesgados de mantención de compromisos de venta, firmados antes de saberse la falla de las baterías, ello no significa que el problema no es grave. Se debe considerar que, si bien hasta ahora y de acuerdo a lo que se deja saber, las baterías son esenciales en el sistema del moderno Boeing 787A/B, toda vez que sustentan los sistemas esenciales de la aeronave.
Por otra parte y desde una perspectiva técnica, hasta ahora, sólo han fallado las mencionadas baterías, con el agravante de que van ubicadas a proa, por lo que la alarma es mayor, considerando que la primera sección afectada por un incendio y su previa generación de humo, es la cabina de mando, suficiente para provocar un accidente de envergadura.
Boeing ha descartado que la excesiva aceleración en su retrasado programa de construcción, haya producido una falla en el proceso de control de calidad; ello es avalado porque no ha sobrecargado su tradicional planta, sino que ha procurado una segunda línea de montaje en otra ubicación. Más bien ha tenido problemas en el proceso de ensamblaje, por retrasos en las subsidiarias.
Y pareciera que es una de las razones de este traspié en el inicio de operaciones de este moderno avión de la Boeing, ya que el problema se ha circunscrito - hasta lo sabido - al sobrecalentamiento de las baterías de origen japonés y no a fallas sistémicas.
por Sergio Pulgar
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