miércoles, 12 de diciembre de 2012

CRUCE DE LOS ANDES - 1918


Si bien ya se había hecho el cruce de los macizos andinos en un par de oportunidades, vía aérea, por aviadores argentinos, quedaba pendiente el reto de hacerlo por la más altas cumbres.

La Aviación del Ejército chileno consideraba el reto con seriedad y ya había intentado cumplir la proeza, para lo cual se había adquirido un Morane Saulnier a la aviación militar argentina, pero debido a su poca potencia, fue desechado su aplicación en la travesía.
Quien estaba destinado a efectuar el vuelo era el Teniente de Ejército aviador, DAGOBERTO GODOY FUENTEALBA. De hecho Godoy ya había practicado en 1917 en el Morane Saulnier con motor de 80 hp.

 Perfiles del C 4988, VOLUMEN 0 (1910 a 1920), Ediciones MULTIMODEL

" ¿ Usted cree que se puede cruzar eso con los Bristol ? ", había sido la interrogante planteada por el joven Teniente al Mayor Huston, aviador inglés contratado para estandarizar procedimientos en la naciente aviación militar. La respuesta afirmativa dió paso al entrenamiento en el modelo M1C, recientemente recibidos por Chile, como parte de la compensación por la retención de material de guerra, debido al conflicto europeo de 1914.

El 12 de Diciembre de 1918, el C 4988, iniciaba su carrera en el precario campo de El Bosque, en pos de superar la Cordillera de Los Andes. Forrado en papel de diario, bajo su traje de piloto, Godoy partía a encontrarse con la gloria.

Sin despedirse siquiera, sólo les había dicho a sus mecánicos y oficiales que lo asistían:

" Voy a probar el motor y si está bien ..."

A las 06:35, después de  poco más de dos horas de vuelo, aterrizó en Lagunitas, cerca de Mendoza, debido a que la densa bruma no le permitió ubicar su destino - Los Tamarindos - y el combustible se acababa. 
Corrió con normalidad, pero las irregularidades del terreno y la velocidad con que había aterrizado, no permitieron que se detuviera antes de chocar con un alambrado al final de la improvisada pista.
Poco después de las 07:00 se supo la buena nueva en El Bosque y corrió como un rayo hasta Santiago, donde se celebró la hazaña del aviador militar chileno.




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