martes, 14 de junio de 2016

ARGENTINA - aclarando el área




En una visión más "aterrizada", Argentina ha aclarado sus aspiraciones de adquirir cazas para reactivar su Fuerza Aérea, después de años de bloqueo gubernamental a la reposición de su flota de guerra. A ello se suma la mala condición económica de sus integrantes, duramente "castigada" por sucesivos gobiernos antimilitaristas trasandinos.


IA-58 "PUCARÁ"

      A través de su Ministro de Defensa, de visita en París, se conoció la posibilidad de adquirir al menos doce cazas MIRAGE F.1 y de paso, la reposición de motores Astazou (originalmente producidos por la TURBOMECA y actualmente por SAFRAN), para sus IA-58 PUCARÁ. De acuerdo a sus propias palabras: la idea de reponer en la línea de vuelo a los versátiles y ágiles PUCARÁ, de concepción y fabricación argentina es para dedicarlos al combate contra el narcotráfico - una idea muy socorrida por muchos países sudamericanos, al momento de adquirir aviones  de apoyo aéreo estrecho o ataque a fuerzas de superficie -



      Actualmente, la Fuerza Aérea Argentina solo basa su capacidad de combate aéreo en los A-4AR, cuya rotación es bastante reducida y debe ser desplazado constantemente, con el objetivo de mantener la eficiencia de las tripulaciones. La disminuida capacidad llegó a l límite cuando se anunció la visita del Presidente de Estados Unidos a la Argentina, ya que, de acuerdo a los protocolos de seguridad estadounidenses, las aeronaves no cumplían con los estándares exigidos para la escolta, protección y eventual defensa de la flotilla presidencial, ante algún tipo de ataque de envergadura. Por ello, la USAF desplegó, además de las aeronaves de transporte y helicópteros, una bandada de F-16, los cuales cumplieron la delicada misión de escolta y disuasión sobre territorio argentino.
       Lo anterior ante el disgusto de sus Fuerzas Armadas y parte del espectro político, amén de una ciudadanía que terminó de tomar conciencia de la situación en que se encontraba su arma aérea.



        Singularmente, las voces de recuperar los mínimos estándares de poder, provienen de los ciudadanos, ya sea especializados en el tema, así como del común y corriente que ve como deben depender de fuerzas extranjeras, al momento de proveer un dispositivo que, por honor, debería ser nacional.




        En lo práctico y tras la sentida baja de la flota MIRAGE, la Fuerza Aérea Argentina quedó con unas cuantas unidades de IA-58, IA-63 y A-4AR. Solo se ha recuperado en parte, su escalón de Transporte Aéreo y algunas aeronaves menores, entre las que destacan las de Instrucción de origen alemán. De todas maneras, cualquier proyecto serio, deberá incluir la adquisición de transportes medianos, toda vez que aunque longevos y altamente queridos F-27, su número es ínfimo y están al límite de su vida operativa. 



        La Fuerza Aérea Argentina tuvo una brillante participación en el conflicto de 1982, por la recuperación de las Islas Malvinas, demostrando la capacidad profesional de sus tripulaciones y una mística que aún y a pesar de las restricciones actuales, mantienen y con justo derecho.




por Sergio Pulgar
 EN DESARROLLO


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