jueves, 11 de febrero de 2016

CHILE - ESCUELA de AVIACIÓN


El génesis de la aeronáutica militar chilena, inicia con el claro y detallado "Informe Dartnell", el cual propone la creación de una Inspección de Aeronáutica Militar, dependiente del Ministerio de Guerra, pero con cierta autonomía, dadas las características de la forma y dimensiones en que debía cumplir su misión. 
En la misma línea, el Teniente Coronel Pedro Pablo Dartnell, enuncia dos tipos de aeronaves, que servirían de base para inicia el entrenamiento en nuestro país de las futuras tripulaciones, que culminarían con la preparación de un grupo de instructores que tendrían la responsabilidad de formar a los futuros Pilotos Militares.

Capitán Manuel Ávalos Prado (izquierda) y Piloto civil David Fuentes (derecha),
fotografiados en Francia en 1912.

" «Respecto al envío de oficiales a Europa para estudiar aviación, me permito insinuar una idea, la cual nace de la conversación que he mantenido con algunos aviadores. Me refiero a que si nuestro Gobierno designa una comisión para ocuparse de este asunto, ella no sólo esté compuesta de oficiales sino también de tropa que tenga conocimientos mecánicos; por ej.: sobre motores, electricidad, etc.

Como una forma de procurar los Mecánicos especialistas, dice:

«En estas condiciones , pienso que podría llenarse el requisito de mi referencia, tomando algunos jóvenes de la Escuela de Artes y Oficios, establecimiento que los prepara en esa especialidad» "

1911 - Primeros Alumnos Pilotos

     Definida la cantidad de personal interesado en convertirse en Aviador, sólo faltaba poner los nombres de los elegidos.
     Manuel Ávalos y Enrique Molina vieron coronados sus esfuerzos, al ser los dos primeros oficiales nominados, para entrenarse como aviadores. Tan pronto como arribasen a Francia, se incorporan a la la Escuela Bleriot de Etampes, iniciando así la saga de la Aviación Militar chilena.
   En Julio de 1911, reciben el título de piloto aviador, otorgado por la Federación Aeronáutica Internacional.
     Por su parte la Armada de Chile hacía sus propias incursiones en el mundo de la aviación, siendo un joven Teniente Schroeders, quien obtenga el singular honor de ser el primer pasajero de una aeronave de la Curtiss. «Mi afición por la Aviación era antigua, como que fui el primer pasajero que volé en un hidroavión en Nueva York, en 1911». Al respecto y de acuerdo con Tromben, se habría tratado del primer chileno en calidad de tal, ya que antes lo había hecho un Oficial de la Armada estadounidense. "

del INFORME DARTNELL, 



«Organízase una Escuela de Aeronáutica Militar, que tendrá por objeto adiestrar oficiales y suboficiales como Pilotos Aviadores, Pilotos Mecánicos o Pilotos Aerostáticos, para el servicio del Ejército»

del Artículo 1° de la Escuela de Aviación

1913, Nace la Escuela de Aeronáutica Militar

El 08 de Enero de 1913, el Gobierno presenta formalmente al Congreso un mensaje, mediante el cual solicitaba la autorización para la creación del Servicio de Aviación del Ejército y la formación de una Escuela de Aeronáutica para entrenar a los futuros Pilotos militares.
Recientemente nombrado el Ministro Jorge Matte Gormáz, convencido de esta nueva arma, suscribe el Proyecto de Ley que autorizaba al presidente de la república, Ramón Barros Luco, a invertir «hasta 700.000 pesos oro, de 18 peniques, en la organización de los servicios aéreos y fundación de la Escuela de Aeronáutica Militar», era el 07 de Febrero.
Así el proyecto de crear una aeronáutica militar en Chile tomaba forma con la promulgación del Decreto Supremo G.1 N° 187, fechado el 11 de Febrero de 1913.

Los visionarios Arístides Pinto Concha y Pedro Pablo Dartnell, con el apoyo del Gobierno de Barros Luco, concretaban una de las ideas más notables de la historia chilena, incorporando al país en una nueva era tecnológica.
Resulta más que interesante revisar la letra y espíritu de la creación de la Escuela, establecida en su Artículo 1°:

«Organízase una Escuela de Aeronáutica Militar, que tendrá por objeto adiestrar oficiales y suboficiales como Pilotos Aviadores, Pilotos Mecánicos o Pilotos Aerostáticos, para el servicio del Ejército»

El Capitán Ávalos (de gorra blanca)posando
con los oficiales del primer curso de Pilotos Militares

      En respuesta a esta oportunidad, antes del 20 de febrero se recibían decenas de solicitudes tanto de Oficiales, como Suboficiales, para convertirse en Alumnos de la Escuela de Aviación.

    El primer Director formal fue el Teniente Coronel Carlos Hinojosa, sin perjuicio de su cargo de Comandante del Regimiento Ferrocarrileros; por entonces en Alemania.
     Hinojosa nunca asumió su puesto, ya que el destinado era el Capitán Manuel Ávalos Prado, quien lo reemplazó como Director Interino, debido a que de acuerdo a la Ordenanza, no contaba con el grado jerárquico para ejercer el mando en propiedad.

    Ávalos comenzó la aplicación de los conocimientos adquiridos en Europa y basado en los 10 Artículos del Decreto 187.

Para el armado de los primeros aviones, se autorizó la utilización de galpones pertenecientes al Regimiento Ferrocarrileros, en tanto que las operaciones de vuelo se iniciaron en la chacra Lo Espejo, la cual pronto demostró ser estrecha, en tanto que debía ser acondicionada como un auténtico aeródromo.
Al efecto se hacía necesario limpiar el área de operaciones y dotar de mayor espacio para generar condiciones de seguridad ante las fases más críticas del vuelo, el despegue y aterrizaje.
La zona estaba cubierta por muchos árboles, que obviamente le daban el apelativo de «El Bosque», nombre que posteriormente sería usado y como se conoce el día de hoy a la Base Aérea.
Estas precarias condiciones no serían, aunque levemente, subsanadas hasta la llegada de los aviones ingleses en 1918. (*)

(*) Para una mejor apreciación del desarrollo de la Base Aérea El Bosque, se sugiere la lectura de la «CÓNDORES DE ALMA DE ACERO», Historia de la Escuela de Especialidades, del Suboficial Juan Pérez, editada en 1999, bajo la Dirección del entonces Coronel (A) Juan José Soto Palominos, Oficial a quien se deben reconocer muchos Proyectos Históricos realizados.


Biplano "Sánchez Besa", creación chilena producido en Francia


Aviones en Lo Espejo

    Los cinco primeros aviones llegados al país y disponibles en Marzo de 1913 eran, un Bleriot XI Escuela de 35 hp, un Bleriot de 50 hp, un Deperdussin, un Sánchez Besa y un Voisin de 75 hp.

   Con esa dotación se iniciaron las actividades operativas de la flamante Escuela de Aeronáutica, que en la realidad no eran sino un par de carpas para guardar los aviones y talleres y oficinas «prestadas» por el Regimiento Ferrocarrileros, que pronto comenzó a ser «invadido» por Ávalos y sus camaradas, en busca de procurar un mejor entorno para sus actividades.





La Escuela en el Siglo XXI

               Al cumplir 103 años, la actual ESCUELA DE AVIACIÓN "CAPITÁN MANUEL ÁVALOS PRADO", puede exhibir una innumerable cantidad de avances y otro cúmulo de Pilotos, que desde 1942 provienen de la postulación directa de jóvenes civiles; mas su mística y tradición la hacen volver a sus orígenes para contemplar y perpetuar el nombre de sus creadores, sus primeras tripulaciones, sus caídos, producto de la audacia o de lo precario de los aviones de la época.

                    Diversas aeronaves han tenido la misión de entrenar a los aviadores chilenos, cada cual con sus historias, aporte y un sinnúmero de anécdotas; pero todas recordadas con afecto por las distintas generaciones que las volaron. Desde los frágiles, aunque resistentes BLERIOT XI, los M.62, AT-6, el venerable B-45 y el irritante (en tierra) T-37 (un agrado en el aire).


                     Ya en los 80', se incorporan aeronaves adicionales al parque de la Escuela, con el objetivo de hacer más eficiente y práctico el proceso de preparación de las tripulaciones, como los PA-28 236 (coproducción chileno estadounidense), los cuales están siendo reemplazados por los Cirrus SR-22 en la enseñanza y práctica primaria de vuelo por instrumentos.

                  La incorporación de mujeres al escalafón del Aire, es uno de los grandes hitos con que la Escuela inicia el Siglo XXI, así como la responsabilidad de formar la base de los futuros comandantes de poderosos aviones de combate, como de eficientes cargueros y transportes. Pero nada es casualidad, tampoco improvisación, en los planes de desarrollo de la aviación militar, menos de la Fuerza Aérea; toda vez que para coronar los hitos y objetivos enunciados, en 1981 se sientan las bases de una nueva tecnología en el área del entrenamiento, con la proyección de un avión escuela que daría como resultado el T-35 "PILLÁN", que es la actual montura de estos modernos Caballeros del Aire.

                    Literalmente con sangre, sudor y lágrimas se han escrito las páginas de esta Escuela de Aviación "CAPITÁN MANUEL ÁVALOS PRADO", pero con la firma convicción de ser el crisol de quienes tienen la responsabilidad de custodiar los cielos de la Patria.
por Sergio Pulgar
Investigador Histórico


                      



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