La gran apuesta de BOEING frente al avasallador consorcio europeo AIRBUS, pretendía reponer el éxito del JUMBO (Boeing 747), pero desde su entrada en operaciones, ha venido, discretamente primero, hasta ser ahora un problema mayor; teniendo problemas con su sistema eléctrico.
La innovación tecnológica del 787, basa gran parte de la operación de sus sistemas, en energía eléctrica, reemplazando inclusive la mayoría de los convencionalmente operados por la hidráulica.
La primera compañía en iniciar las operaciones con el nuevo modelo, ha sido la primera también en sufrir los efectos directos de estas fallas - en vías de investigación -. En efecto ALL NIPPONS AIRWAYS de Japón, insistió en ser la favorecida con los primeros ejemplares del modelo y ha sido la que finalmente obligó a la FAA a dejar en tierra a los DREAMLINER. Singularmente, es otra compañía japonesa la que está en la primera línea de investigación, al conocerse las imágenes de la batería quemada, YUASA.
Si bien los problemas comenzaron en los aviones usados por la UNITED AIRLINES, el 04 de Diciembre de 2012, una de cuyas aeronaves debió -al igual que el ANA - efectuar un aterrizaje de emergencia, sucesivamente se fueron produciendo otros incidentes similares; culminando con la decisión de las autoridades aeronáuticas japonesas de prohibir el vuelo del 787, hasta que se esclarezca y solucionen con seguridad absoluta las fallas que provocan los incidentes.
Japón tomó la decisión en virtud de que en las dos Líneas Aéreas de su bandera que operan el 787, sufrieron incidentes similares en excesivamente corto tiempo.
Si bien, cualquier modelo nuevo, tiene entre sus rangos aceptables, fallas o malfunciones de ajuste; no se debe obviar que ellas ocurran en poco más de un mes.
por Sergio Pulgar
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